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El segundo tiempo ya fue otra cosa. El Barça tenía ganas de divertirse, así que hicieron lo que tenían que hacer: marcar y volver a marcar. Con el juego ya 2-0 se abrió el portal del tiempo y todos los jugadores se intercambiaron con sus iguales del año pasado. Todos menos Van Bommel, que como no jugó en el Barça el año pasado decidió empezar a tirarse en el área como un loco porque parecía lo correcto para hacer, o algo así. Ahora, no tengo críticas para Van Bommel ni para ninguno de los jugadores. Sylvinho, que no termina de subir como Gio, subió y dio un gol. Messi siguió haciendo unas de las cosas que mejor sabe, sacar penales o faltas para que Ronaldinho haga los goles, y sacó el penal, pero todos los demás se habían lanzado tantas veces que el árbitro se hartó y le sacó amarilla. Eto'o marcó los dos primeros goles, porque Eto'o siempre marca los dos primeros goles y Giuly entró por él y puso el 3-0 para recordarnos que el juego de Messi no es estrictamente mejor que el de él, sino diferente. Y es que a mi parecer Messi es extremadamente bueno, pero Giuly se mueve de maneras extrañas que sólo él comprende... mentira, que sólo él, Ronaldinho y Belleti comprenden.

Al final, el Barça ganó tranquilo, evocó al Barça que todos queremos y puso buenos numeritos: dos goles para Eto'o, 72% de posesión total y un partidazo para Messi.