Friday, February 03, 2006

Extraño Relaño y los árbitros

Alexánder Fernández


Alfredo Relaño, además de ser uno de los ideólogos más importantes del madridismo, es un tipo que nos tiene acostumbrados a esas opiniones frías cuando todos estamos en caliente, y nos da alivios de objetividad cada vez que escribe en su diario, AS. Es un madridista objetivo al escribir, a diferencia, por ejemplo, de Tomás Guasch, quien es la quintaescencia del forofismo mediático. Alfredo Relaño es una importantísima razón para que AS sea, a todas luces, más interesante que Sport o Mundo Deportivo. En las salas de redacción de estos dos últimos, supongo que habrá entre diez y quince niños, todos con la franela de Ronaldinho, escribiendo lo primero que se les viene a la mente. Si alguien pretende algo más de estos diarios que ligera información, que lo olvide de una vez. Que se resigne a la total y absoluta ignorancia de más allá de sus mentes forofas. De verdad que no entiendo que ni siquiera por un instinto de supervivencia quieran distinguirse en opiniones de sus colegas ya sea en Barcelona o en Madrid. Es, realmente, una estupidez. Bien. AS se distingue ligeramente, como ya dije, de Sport y Mundo Deportivo, por gente como Alfredo Relaño; aquél que se puso del lado de los árbitros cuando todos lo odiaban, por decir una de las muchas opiniones controvertidas e inteligentes de Alfredo. Madridista y, por ende, un fascinado de la "monarquía" del fútbol (cuyo concepto de jugadores como mitología me repugna, y es característico del madridismo acérrimo, que no necesariamente reaccionario). En fin, gracias, Alfredo, por escribir un poco de verdad... Hasta ayer.

Ayer no pude creer lo que escribía Alfredo, y me sentí avergonzado y ofendido ¿Qué le pasa? ¿Por qué escribió eso? ¿Es estúpido? No. Es madridista. ¿Qué sé puede hacer? Yo sí creo que la forma de ser del madridismo fomenta la soberbia, definitivamente. Creo que va más allá de una cuestión de márketing. En el Madrid se mercadea la grandiosidad asumida del Real Madrid: El Real Madrid es el mejor club del mundo... punto. Pues bien, sí. Se fomenta la soberbia, pero no pasa nada. Uno es ser humano y te puedes dejar influir o no, de eso se trata. Pero creo que es buena parte de la idiosincracia del Real Madrid asegurarse de poder poner alguna vez sonrisita de Bogart viendo un partido del Barça. No es una crítica, es así, y ya. Yo no sé, pero me suena más a la idiosincracia del Barça gritar desaforadamente los goles del rival del Madrid. Es el mismo principio, pero la idiosincracia del Barça nos lleva a veces a concentrarnos más en el Madrid que en el Barça, pero eso ya es otra cosa. Alfredo escribe como un madridista "agudo" en un encuentro social con sus amiguetes horribles. Me siento traicionado por Alfredo, porque sobre todo en situaciones como esta, tan confusa, palabras meditadas como las de Alfredo hacían falta, y no la suerte de carta para Hugo Sánchez que escribió penosamente ayer. Aquí está el artículo.

El árbitro no puede ser tan malo

Antes de comenzar: sí, perdimos la eliminatoria en La Romareda. Nos faltó Puyol y mediocampo. Punto.

La falta a Ronaldinho no es roja nunca, pero eso ya lo sabemos todos. Éste artículo de Sport lo que da es asco, y hace lo que no tiene que hacer. Una noticia con la fuente de cualquier carajo que lee Sport. Una noticia en ningún momento fiable, y que pudieron perfectamente haber inventado la cuerda de ineptos descerebrados que trabajan en ese diario. Rodríguez Santiago, le doy el beneficio de la duda, no salió a perjudicar al Barcelona. Megía Dávila, idem, no salió a perjudicar al Valencia. De Rodríguez Santiago puedo recordar que muy madridista no es. Contra el Español hace ya 19 jornadas, le concedió un gol al equipo periquito después de haber pitado quién sabe qué otra cosa (fuera de juego, agarrón...). Para mí, simplemente es un inepto. Un árbitro debe entender que los flancos de forofismo siempre van a estar, y que los aficionados nunca nos vamos a contener un "hijo de puta" cuando yerre, y tiene que lidiar con eso. Y no debe perder los estribos. Yo creo que Rodríguez Santiago se volvió loco en el Barça - Zaragoza y no supo qué rayos hacer. Y no sé cuál es la solución. Quizá es que todos seamos más como Rijkaard, o como Lequi y Canobbio luego de que les preguntaran si el gol al Madrid en Balaídos había entrado o no, cuando respondieron que si el balón había entrado, todos nos equivocamos. Quizá deberíamos concentrarnos en tener mejores árbitros, quizá deberíamos unificar criterios de una puñetera vez, porque yo quiero que me digan si un agarrón dentro del área es penalti, díganme si van por la regla, o si la cambian, porque cada árbitro la pita como quiere. Y hagamos algo rápido, porque con árbitros así, alguien va a poner al torta en una final y todos van a explotar, y vamos a terminar como en el "Fútbol" americano: con más cámaras que aficionados, y con la total deshumanización del deporte, que incluye jugar con el árbitro. Lo que pasa es que el árbitro no puede ser tan malo. No puede serlo.

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